Mía se recupera. Hace unos días, Mía -nuestra amiga de 4 patas- tuvo un accidente.
Jugando -con su amigo Enzo- hizo una mala fuerza, un mal movimiento, lesionándose una patita trasera.
Inmediatamente, fue llevada al centro médico de la Doctora Diane Johnson. Donde se le diagnosticó la lesión.

UN FIN DE SEMANA EN CAMA
Los últimos días de octubre, mía tuvo que guardar reposo. El diagnóstico era que, había que operar.
El desgarro de los músculos requería de una intervención.
Los huesos y juguetes, moños, sus cositas, quedaron guardadas en una caja mágica. Ella, soñaba que seguía corriendo.
Pero la realidad, era que estaba en un sillón, con un tazón de agua y alimentos. Asistida por su dueño.
LOS DIAS MAS LARGOS
Fue el fin de semana más largo de «Mia». Vió todos los canales de televisión, apretando el control remoto con su patita derecha.
Dibujos animados, canales para perros, fueron su pobre entretenimiento.
Entre tanto, corrían los días para llegar al miércoles 1 de Noviembre, para ingresar al quirófano.
UN LIBRO PARA COLOREAR
La Dra. Johnson, le indicó en el recetario, que para evitar el estrés post-traumático, debía leer el relato de la lagartija roja.Pero le indicó, no COMERSE LA LAGARTIJA ROJA DEL PATIO.Entonces, Mía fue como pudo a la biblioteca y sacó el libro «Los 33 poemas».

Las grises cerámicas de la clínica, le parecían gigantescos cuadrados de ajedrez.
Intentó jugar un par de partidas, pero el dolor pudo más. Debía de quedarse quieta.
Cuando vió venir el aparato de rayos «X», miró a su amigo Enzo con carita de preocupación.
Una extraña máquina que no era conocida, iba a posarse sobre ella.

UNA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA
Mía desconocía el olor del lugar. Los químicos y antisépticos le provocaban desconfianza.
Mientras la secretaria llenaba su ficha médica, soñaba en el regazo de su dueño con su perrito amigo de enfrente.
Así, pasó el fin de semana de Halloween. Un calmante para los dolores, una ficha médica, una tomografía computada y la tristeza de no poder correr por el parque.
EL MIERCOLES DE LA LIBERACION
Pero al fin, llegó el miércoles, y a las 7 a.m., ingresó al hospital.
Fue recibida en sueños por San Roque, quien cuida de los perritos. Luego, cuando se despertó, todo había pasado.
Vió pasar los árboles de la fronda en su camioneta, mientras se despertaba de la anestesia.
Y al llegar, su manta la esperaba. Notó que no podía moverse ni lamerse. Un gigantesco collar de plástico, circunvalaba su cabeza.
Hoy, Mía se recupera y pronto comenzará con el kinesiólogo el tratamiento, para poder mover nuevamente su patita.

2 comentarios en «MÍA SE RECUPERA»